Este brebaje se lleva disfrutando desde hace 5.000 años en las culturas orientales. Es portador de polifenoles, bioflavonoides y de vitaminas A, C y E. Por lo que estamos ante un potentísimo producto antioxidante y anticancerígeno.
Numerosos estudios demuestran su eficacia. Pero no son éstas sus únicas propiedades; el té verde además potencia la inmunidad, previene las enfermedades cardíacas, reduce la grasa del cuerpo, protege de bacterias y virus dañinos y ayuda a regular el nivel de colesterol. Todo esto, sumado a su efecto reconfortante, lo convierte en una humeante taza de medicina natural.
lunes, 10 de diciembre de 2007
El té verde
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